sábado, 7 de noviembre de 2009

Un sofá destartalado.


Entre la concurrencia y el guirigay, con los presentes hablando entre si todos a la vez, por un casual, descubrí su espalda sólida, simétrica, a medio esconder trás una falsa columna de piedra. En seguida fijé mi atención en ella, imaginándola a medias, diferente a tantas. Tenía el cabello dorado, con un corte sencillo, moderno, que mostraba en todo su esplendor un cuello cilíndrico y proporcionado, sus piernas se cruzaban elegantemente, recogiendo sus manos reposadas, blanquecinas, aparentemente delicadas, coronadas ambas dos, en su corazón, con alianzas de plata. Se agitaba en el asiento con gestos coquetos y ademanes educados, a veces sonreía, con una sonrisa gruesa, que desplegaba unos labios carnosos insoportablemente apetecibles. La observaba yo, con disimulo, en semiclandestinidad, sentado en un destartalado sofá, que remataba una de las múltiples esquinas de aquel local. Del bolso sacó una pitillera de charol blanco, a juego con sus zapatos, se sirvió un largo pitillo que encendió en un magnifico hinchado de pecho. Un olor intenso y dulzón comenzó a impregnarlo todo, el humo denso planeaba sobre su rostro, a mi, me parecía una llamarada, entonces yo, me quemé. Observé su negra pupila apuntándome, demoledora. Ella, como si adivinara mis congojas bebió delicadamente, sin dejar de mirarme y sonrió y se besó la mano izquierda, soplando luego con un aire, que llegó hasta mi hecho tornado, me dejé arrastrar al cielo en mil vueltas de campana. Cuando descendí, seguía en el sofá destartalado, con un ligero temblor de estómago. Ella se levantó decidida, de reojo miró de nuevo y salió por la puerta esbozando una última sonrisa. Permanecí quieto, sentado, sin poder mover un solo músculo del cuerpo. Desde entonces, todas las noches me siento en el sofá destartalado de aquel local, pero ella, nunca más pasó por allí.

2 comentarios:

  1. Ya te dije que este relato me encantó.
    Me llama la atención esa mujer misteriosa, decidida, que te lanza un beso con la mano, que te mira con ojos demoledores...¿por qué no se acercó a tí? ¿Por qué te besó y se marchó?

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  2. Eso me gustaría saber a mi, sigo buscando respuestas,,, Que imaginación tengo no?.
    Un beso para ti, por tus alagos

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